Todos hemos escuchado en las últimas décadas usar con ligereza el término Liderazgo en el mundo de los negocios. Éste pareciera haber sido desgastado hasta el cansancio en su uso y confundido en su significado. Consecuentemente no esta tan claro como desarrollarlo. Todos hablan acerca de él, pero muy pocos lo entienden; la mayoría quisiera alcanzarlo, pero sólo unos cuantos logran tenerlo. Personalmente, he leído y escuchado varias docenas de definiciones de liderazgo. También existen opiniones que dicen que “uno nace” líder y otras que “uno se hace”. Entonces, ¿qué es un buen liderazgo?, ¿uno nace o se hace líder?
Después de muchos años de observar el liderazgo en otras personas a las que he liderado y dado Coaching, desde CEO’s, empresarios y ejecutivos, he llegado a la simple conclusión que “Liderazgo es la capacidad de influenciar a otros para hacer que las cosas sucedan”. Así tan simple como eso. Por otra parte, he visto desarrollarse como líderes de la más alta calidad a tantos considerados sin pasta de liderazgo, que estoy convencido de que cualquiera puede llegar a ser un gran líder. No existe nada mágico ni sofisticado. “Liderazgo no se aprende en un centro de estudios, sino practicando y aplicando el sentido común”, que irónicamente es el menos común de los sentidos.
Sin embargo, existente diez elementos clave que un líder debe aprender a desarrollar.
1. Lidere con el ejemplo
Un líder nunca logra lo que quiere sencillamente ordenándolo. El verdadero liderazgo se basa en el ejemplo, no en la prédica. Le guste o no, la gente seguirá su ejemplo. Ellos estarán siempre atentos a sus señales: no puede siquiera imaginar la enorme influencia que sus comportamientos tienen sobre ellos. Si la gente ve que el líder no respeta una política establecida porque no está de acuerdo, Usted estará dando luz verde para que hagan lo mismo. Si Usted pregunta siempre si hay una mejor manera de hacerlo, ellos buscarán siempre una mejor manera de hacerlo. Las señales que Usted envía son importantes. Usted entrena a su gente en cada acción que Usted hace. Nunca me voy a olvidar de una situación donde yo quería tener un televisor en mi oficina y mi VP financiero me “prohibió” tenerlo. Su argumento era que si yo lo tenía todas las áreas desearían tenerlos y eso iba en contra de nuestras políticas de austeridad.
2. Escuche agresivamente, lo que dicen y no dicen
Los líderes no sólo oyen. Ellos escuchan sin prejuicio, intensa y cuidadosamente, lo que su gente les dice sobre sus experiencias en el trabajo, así como sus metas a corto y largo plazos. Las personas que están en la línea de combate, operando en el día a día, tienen una perspectiva única y práctica de cómo mejorar cada una de las operaciones. Los líderes no tienen temor de aparentar que no saben de todo. Ellos prestan atención con devoción a cada persona y valoran sus ideas y opiniones. Muchas veces me reunía con vendedores, operarios y clientes; y descubría una enorme cascada de sugerencias.
3. Comunique el propósito y su significado
Hace unos meses estuve visitando la empresa de un potencial cliente y en la entrada leí un enunciado de Visión y Misión muy extenso sin una gota de pasión. Me comentó que esto lo habían hecho consultores para lograr una certificación. El secreto de liderar es articular un propósito común que inspire a un grupo diverso de personas a trabajar arduamente juntos y hacer cosas extraordinarias todos los días. Los mejores líderes saben cómo energizar a su gente en su trabajo y que disfruten, tanto como puedan. Hay que preguntarse: ¿Si mi empresa no existiera, la extrañarían? Si nadie va a extrañarla, hay que revisar nuestro propósito.
4. Cree un clima de confianza y transparencia
Un líder sabe que el mejor modo de motivar a su personal a darle la mayor responsabilidad posible es dejándolo trabajar solo. La confianza hace maravillas en un ser humano, es la hormona que hace crecer a las personas y las convierte en verdaderos luchadores. La confianza hace que compañías en problemas se conviertan en competidores dinámicos. La confianza se gana sólo cuando se otorga. La forma mas simple de ganarla es conociéndose unos con otros. En las dinámicas de grupo que realizamos la actitud cambia cuando las personas nos miramos como seres humanos.
5. Busque resultados extraordinarios y no saludos
Muchas organizaciones aún están basadas en jerarquías. El cargo, la antigüedad y la disciplina casi militar gobierna prácticamente todas las cosas. Un líder ayuda a romper barreras de comunicación, brinda a su gente libertad para hablar, permite a su personal cuestionar las órdenes y otorga la libertad de fallar y pensar en grande. Ellos creen que la innovación no tiene rango y es válida venga de donde venga. Estos líderes desafían a su gente a lograr resultados más allá de sus capacidades normales. Un dicho que uso: “Te vamos a estirar como un elástico para ver cuanto resistes”
6. Tome riesgos calculados
Todos somos conscientes de que la burocracia reina en la gran mayoría de las empresas. En realidad, el tomar un riesgo es visto como un peligro para la carrera profesional de uno. Una organización que quiere mantenerse en vida y fuerte tiene que asegurarse que reconoce y promueve a quienes toman riesgo, inclusive si fallan alguna vez. Desafortunadamente, las organizaciones demasiadas veces promueven sólo a aquellos que nunca han cometido errores. Busque a alguien que nunca haya cometido un error y casi siempre encontrará a alguien que nunca hizo nada grande para mejorar. Cuando me encargan entrevistas, pregunto siempre a los candidatos cuales fueron sus peores errores y que aprendieron.
7. Vaya más allá del procedimiento estándar
Los procedimientos estándar tienden a gobernar la empresa. Después de todo, un estándar es seguro, probado y efectivo, muy raras veces se meterá en problemas si sigue los procedimientos estándar. Por otro lado, raramente se podrán ver resultados extraordinarios si siempre se siguen los estándares. La innovación y el progreso son logrados sólo por aquellos que se aventuran a ir más allá de lo establecido. Hay que pensar imaginativamente sobre lo que puede pasar, a fin de prepararse. Hay que buscar nuevas maneras y formas “frescas” de avanzar y solucionar los problemas.
8. Desarrolle a su gente
El liderazgo, después de todo lo dicho, trate del arte de hacer que las cosas sucedan. Un buen líder desarrolla sus fortalezas y las de otros para complementarlas entre sí. Cuando esto sucede los resultados mejoran y la motivación crece. Recuerdo que promoví como presidente de nuestras operaciones en Argentina a un ejecutivo de marketing muy joven, pero genial. Fui muy cuestionado, pero la razón de hacerlo era que nuestro embotellador tenia al mejor hombre de operaciones y que entre los dos se complementarían y desarrollarían mutuamente. El tiempo me dio la razón y fue la mejor decisión que tome.
9. Cree unión y alineamiento entre la gente.
Una de las cosas más difíciles para una organización es lograr que la gente deje de lado sus diferencias personales y trabaje por el bienestar del equipo. No importa si se tiene el mejor departamento de ventas cuando el área de producción no camina. La labor de un buen líder es ensamblar un equipo donde todos sus miembros trabajen juntos por el bienestar de la organización.
10. Liderazgo es sobre la gente
Las personas deben mantener siempre la actitud de que ellas son parcialmente dueñas de la organización y de lo que pasa en ésta. Deben sentir que los resultados se consiguen cuando juegan un rol activo. Deben aprender a tener el coraje de levantar la mano y ser escuchados. Todo esto es lo que hace que un proceso de cambio sea irreversible.
Yo nunca pierdo. Yo gano o aprendo
Nelson Mandela