En mis sesiones de coaching-mentoría para desarrollar líderes, siempre comienzo creando un vínculo y apoyando a que las personas se conozcan a si mismas. Cuando les pregunto cuales son sus fortalezas o cuales son los patrones de decisiones que repiten para lograr sus grandes éxitos, la gran mayoría no tiene una buena idea o me contestan en lo que son buenos técnicamente o sea sus conocimientos. ¿Como alguien puede maximizar su liderazgo si no entiende cuáles son sus talentos cómo lideres?
¿Ha tenido la suerte de tener en su vida algunos grandes mentores? Estoy seguro de que, gracias a ellos de alguna forma, lo hicieron descubrir su gran capacidad como líder que quizás no la tenía tan clara. ¿Cómo afecto su vida? ¿Cómo afecto su trabajo? ¿Cómo afecto su carrera profesional y su relación con los demás?
Personalmente, tuve la oportunidad de conocer a Tom, un gran coach que PepsiCo me ofreció durante muchos años. El hizo que maximizara mi capacidad como líder, desde comienzos de mi carrera profesional. Recuerdo que pasamos mucho tiempo descubriendo mis habilidades innatas de liderazgo, lo que concluyó en escribir mi propósito personal, donde me comprometía a “desarrollar a otros líderes para hacer un mundo mejor”. Puedo decir que Tom cambio mi vida junto con otros grandes mentores que tuve la suerte de conocer.
Este nuevo siglo, tan cambiante, requiere contar con grandes líderes en la organización. Los negocios se transforman a la velocidad de la luz. Ya no funciona contar con un gran jefe que de ordenes y piense por los demás. Se requieren líderes en todos los niveles, que tengan mucha iniciativa y tomen sus propias decisiones. Lideres que estén alineados a una cultura de innovación permanente. Líderes que motiven a su gente a que hagan su mejor esfuerzo. Líderes que identifiquen y sepan retener a su mejor talento, sobre todo a los más jóvenes, que son el futuro de la empresa. Una encuesta de Gallup informó que los “Millennials” (nacidos entre 1980 y 2000), son la generación más móvil de la historia y ahora representan el mayor porcentaje de la fuerza de trabajo. Es la generación que probablemente cambiará más de trabajo, con un 60% abierta a nuevas oportunidades.
Hoy por hoy, el concepto de “ser Líder” ha evolucionado, ya que una de sus funciones fundamentales es observar, descubrir y finalmente maximizar los talentos y fortalezas de su gente, creando un alineamiento comprometido de ellos con sus organizaciones. No podemos seguir permitiendo que estos talentos potenciales no se desarrollen y se pierdan dentro de un contexto muy competitivo y en constante cambio.
Según Gallup, «el beneficio más poderoso que un Líder puede proporcionar a sus empleados es, colocarlos en trabajos que les permitan usar lo mejor de sus talentos naturales, agregando habilidades y conocimientos para desarrollar y aplicar sus fortalezas». También informó, recientemente, que las empresas con un compromiso de los empleados superior a la media también tuvieron un 22% más de ganancias, un 21% más de productividad y un 25% menos de rotación.
Cuando se les pide a las personas que cuenten cuál es el mejor líder que hayan tenido, rara vez dirán que ese líder fue la persona más competente técnicamente que hayan conocido. Por el contrario, hablaran sobre su humanidad, coraje, preocupación y profundo interés que esta persona tuvo en sus logros; cómo ayudó a hacerlos crecer y desarrollarse; cómo reconoció su trabajo y contribución a la empresa y cómo logró crear un vínculo basado en demostrar que quería lo mejor para ellos. En pocas palabras, el líder los inspiró a descubrir y maximizar sus talentos y sus resultados.
Uno de mis grandes Coach y gran líder fue Roger Enrico, Ex Chairman de PepsiCo, a quien tuve la fortuna de tener como mentor y amigo durante más de diez años. Recuerdo nuestras largas conversaciones en su casa de Islas Caimán, en viajes de trabajo, y cuando buceábamos juntos en Malasia; cómo nos divertíamos y vivíamos el momento; cómo aprendía y me servía como modelo de líder; fue un lujo tenerlo como jefe y guía. «Tenía plena confianza en que me ayudaba a descubrir, desarrollar y usar mis talentos para lograr algo grande». «Sabía que él me ayudaba a lograr mi Visión por qué me hacía sentir importante y que me estaba preparando para algo grande». «Siempre sentía que Roger buscaba la forma de ser una fuente de ayuda para mí “. “Siempre estaba disponible para mí”. El día que falleció, fue uno de los días más tristes de mi vida.
Los mejores líderes que he conocido han seguido pasos similares para que su gente descubra y aproveche al máximo sus talentos:
Primero, comienzan por desarrollar un vínculo basado en credibilidad. Si no hay confianza (“trust”) no se puede crear apertura y autenticidad. Las personas tienen que sentir que su líder quiere lo mejor para ellos y esta comprometido a su éxito. Tienen los dos que sentirse vulnerables y aceptar la buena retroalimentación. Una característica del vínculo es respeto y consideración. El líder tiene que ir en búsqueda de su gente y no al revés. El líder debe mostrar interés por la persona porque la considera importante para la organización. El líder no debe ver a la persona sólo como un ente de trabajo, sino también como alguien importante que merece ser felíz. Nunca olvidaré, cuando mi Padre estaba a punto de morir y necesitaba traerle a Lima un remedio de última generación, no encontraba vuelos comerciales, y PepsiCo me prestó el avión de la empresa “para llegar a tiempo”. Este gesto siempre quedara en mi memoria.
Segundo, el líder trata y apoya a la persona a encontrar su propia visión tanto profesional como personal. Siempre el líder pregunta “¿qué te gustaría hacer en tu vida?” Entiende lo que la persona quiere hacer y lo que le importa. Al final, lo que haga en el trabajo tiene que estar alineado con su propia visión, o habrá un conflicto muy grande. Las personas tienen que sentir que al líder le importa sus propios objetivos y su visión de vida. El líder apoya a que la persona logre un balance entre su vida profesional y laboral. Tampoco olvidaré cuando en una ocasión le pregunté a Roger, qué debía hacer yo para ser mejor líder, y él me respondió: ¡Trabajar menos, trabajar menos, trabajar menos!
Tercero, los lideres ven el verdadero potencial de la gente y demandan que lo exhiban. Son exigentes y hacen que las personas piensen en grande y “fuera de la caja”. Siempre están preguntando: “¿Si tuvieras que hacerlo de nuevo como lo harías?”, ¿Qué harías diferente? ¿Qué aprendiste? Los verdaderos lideres no se preocupan por tomar crédito de lo que se hace. Por lo contrario, son “máquinas de dar crédito y reconocer el buen trabajo”. Eso no quita, que de vez en cuando, la persona reciba un “pellizco” para exigirle un mejor trabajo. El líder no se contenta con poco. Siempre esta “alzando la barra” para que la persona se esfuerce y se de cuenta de su verdadero potencial de performance.
Por último, el objetivo del líder es hacer que la persona se sienta capaz de hacer las cosas “sola”, hasta que ya no lo necesite a él. Hasta llegar a un punto, donde la persona debe creer que es tan líder como su líder mentor. Esto es lo maravilloso de este enfoque, donde toda la organización trabaja para descubrir y maximizar el talento de los demás.
Todos tienen dentro una buena noticia, La Noticia es que: No sabes que tan grande puedes ser. Qué tanto puedes amar. Cuánto puedes lograr. ¡Y cuál es tu potencial!. –Anne Frank